11 años de historia, 11 años de éxito continuado, sumados a una gran polémica que hizo peligrar su doceava edición fueron la mejor invitación para un amante del café…Me fui a Foz!

Con mucha incertidumbre de hacia dónde me dirigía o, mejor dicho, qué me esperaba a mi llegada, tomé un vuelo directo a Avilés, bonita tierra y mejor gente. Aterricé después de un placentero vuelo, no por la calidad de las compañías aéreas, aunque sí, por la bondad de un día despejado. Tomé el coche de alquiler que sería mi compañero durante este interesante viaje y me dirigí a mi destino final. ¡Todavía no era consciente de la fortuna que me esperaba!

Después de conducir alrededor de una hora y con la consiguiente parada para degustar un estupendo pincho y un NO tan estupendo café… llegué a mi destino, Foz y más concretamente al IES de FOZ.

Foz es una población gallega sita en la provincia de Lugo. Unos 10.000 habitantes moran en este bonito municipio que, por cosas del destino, visitaba por segunda vez en mi vida. Lo sorprendente del caso es, que este instituto de enseñanza pública IES de Foz, se ha convertido en un referente en cuanto a la profesión Barista se refiere. 12 ediciones de uno de los campeonatos más participativos que se celebran en todo el territorio nacional, con una duración de 3 días en los que se celebra una competición “inter-escuelas” y una competición para profesionales. Todo esto, sumado a un excelente nivel organizativo y a una inusitada presencia de empresas patrocinadoras, crearon el “mejor de los cócteles” posibles con una base de “buen café”

Al llegar, casualmente accedí al recinto por el backstage, encontrándome en un segundo inmerso en el ambiente puro de la competición. Baristas, entrenadores y todos los medios necesarios para salir al escenario con todo listo para competir. Allí tuve una charla con un ya conocido Marcos González, campeón de España Fórum Café y SCA, y un segundo barista que estaba a punto de competir representando a su escuela CIFP Paseo Das Pontes, Iago Lesta, que escuchaba algunos consejos del vigente campeón. Quizá esa atención le ayudó a ganar finalmente el campeonato inter-escuelas y conseguir además el premio correspondiente, una plaza para participar en el campeonato de profesionales que se celebraría el día siguiente en este mismo escenario.

Después de dos días intensos, con charlas, entrevistas y, sobre todo, muuuucho y buen café, comenzó el campeonato para profesionales. Trece baristas compitiendo por un mismo fin y un gran equipo de jueces que valoraría el conjunto de la actuación de cada uno de ellos, serían el mejor reclamo para finalizar la doceava edición de este gran evento.

Café, cocteleras, espigas, tulipanes, hielo seco, nitrógeno líquido, ritmos musicales de todos los géneros, historias que hablaban de familias productoras, empresas tostadoras, experiencias únicas de cada uno de los participantes y un sinfín de público, consiguieron que esta doceava edición del Campeonato de Foz…fuese un éxito, muy a pesar de los que en un principio no creyeron en ella.

Promover una cultura que nos falta, promover que la taza de café que NO disfruté en mi trayecto no se repita, promover que el oficio Barista tenga el espacio que merece dentro de nuestra hostelería, promover que las escuelas sean el hilo conductor de este objetivo y que las personas que luchan para lograr este fin no encuentren piedras en el camino que les hagan perder la ilusión y echar por tierra 11 años de duro trabajo.

¿Pero quién gano? Todavía no lo he contado…, para mí, ganó el café, ganó el consumidor, ganaron todos los “culpables” que convierten un día normal en uno especial y que su único objetivo sea “promover”.

¿Pero quien gano?, os seguiréis preguntando…Alejandro Otero Rodríguez,barista en Hotel Urban Viveiro y estudiante de IES Foz, que bordó su ejercicio e hizo disfrutar a los jueces y a un público entregado al evento.

Pero algo ocurrió en Foz…algo que nunca había pasado hasta el momento. El participante número 13, ese número que no gusta a nadie y que sin embargo para Roberto Pereira según he podido comprobar le acompaña en su carrera profesional desde que en 2013 debutara en una competición para personas con síndrome de Down. Roberto fue el último barista en actuar y se convirtió en la primera persona con discapacidad que participaba en una competición para profesionales, de hecho, uno de sus rivales no era otro que su mentor Marcos González. Con su presentación, cerró la competición y abrió un sinfín de posibilidades para personas que, como él, tienen capacidades distintas…si, capacidades distintas, digo bien y ¿sabéis porqué? Porque Roberto además de tener la capacidad de cualquier barista para realizar un ejercicio de elaboración de café y sus combinaciones, tiene la capacidad de emocionar, ilusionar y remover los sentimientos más profundos de todo aquel que lo vea trabajar. Y ¿por qué digo esto?, porque Roberto participó como lo que es, un profesional más. Su trabajo no tubo premio en forma de trofeo, su trabajo se convirtió en un contrato profesional que la empresa DELIKIA le ofreció nada más finalizar la entrega de trofeos.

Y para finalizar mi artículo que espero querido lector, sea de tu agrado, no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer y felicitar a Xose Ríos porque él es el verdadero ESPÍRITU DE FOZ

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